Dolorosa es una escultura en la que el artista abstrae los elementos fundamentales de la Virgen Dolorosa, una de las imágenes más populares y veneradas en la iconografía católica, y que se asocia con el sufrimiento y con los episodios de la pasión de Cristo celebrados en la Semana Santa, tanto en España como en México. Más atraído por el impacto visual y el contenido de la imagen tradicional que por motivos religiosos, el artista penetra en el pathos popular y logra captar con pocas referencias los símbolos esenciales del culto: el corazón, la daga y el resplandor de la corona, cuya belleza de formas plasma mediante dos placas de metal ensambladas y recortadas, que se sostienen en una base de cantera. Con tal economía de componentes logra sintetizar los ricos significados religiosos, a través de los cuales encauza su propia emoción para compartir con el espectador, de manera contundente, los secretos de ritos milenarios.