Una de las facetas menos conocidas de Gómez-Moreno es su excepcional producción de pintura religiosa, que ha pasado desapercibido a público y especialistas por encontrarse habitualmente en ámbitos privados poco dados a la visita pública. Obras como San Juan de Dios rescatando a los enfermos del incendio del Hospital Real, que también se expone en esta sala, a medio camino entre lo histórico y hagiográfico, se han configurado como auténticos iconos de la imagen de un santo.Esta pintura de Nuestra Señora de la Soledad, es una obra que traduce a la perfección las características que marcan la producción de carácter religioso de este artista profundamente creyente.Por un lado Gómez-Moreno reinterpreta a la perfección los temas más tradicionales de la pintura barroca granadina, configurándose como un continuador de esas tendencias iconográficas desde el prisma de la pintura decimonónica. A eso se añada una peculiar visión de los personajes representados con gran sentido de heroicidad.