Pintado en 1860, este paisaje es copia de otro homónimo de Carlos de Haes, bajo cuyo magisterio Arruti había comenzado sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid un año antes. Su obsequio a la Diputación le sirvió para demostrar sus aptitudes y lograr una beca con la que continuar un aprendizaje que le convirtió en uno de los artistas vascos que siguió más fielmente las directrices del paisaje realista.
Pese su nula originalidad, la obra permite conocer los fundamentos hacia los que Arruti orientó la mayoría de su producción, como la búsqueda de la fidelidad topográfica y la predilección por las panorámicas alumbradas por luces crepusculares y animadas por figuras o, en otros casos, animales.
Mikel Lertxundi Galiana
Número de inventario: GFA-005514-001