Wijnants es uno de los fundadores de la gran escuela holandesa de paisaje. Su interés en éste no se centra en representaciones imaginarias y artificiosas, tan del gusto de muchos pintores holandeses contemporáneos, le atrae mucho más una interpretación realista basada en la naturaleza cotidiana del entorno. Bajo una luz brillante, la soledad de un espacio arbolado, las dunas o un árbol muerto pueden alcanzar un alto grado de perfección gracias a sus datos de observación y a un acabado preciosista (que podemos observar en la vegetación pormenorizadamente detallada). En sus obras aparecen animales y figuras que son debidos a otros pintores que colaboran con él (Lingelbach, Adrian van de Velde, Philippe Wouwermann, etc.).