Sarcófago de forma trapezoidal cuya caja y tapa se han construido por separado, a partir de dos hojas de plomo. El plegado de los bordes de la tapa se ha realizado después de haber hecho dos muescas, en cada uno de los ángulos del lado menor de los pies, en sentido longitudinal. Los dos extremos de los bordes mayores, que quedaban al aire, se doblaron superponiéndolos al borde menor de los pies en una pequeña superficie cercana a ambos ángulos de la tapa. El borde menor de la cabecera no se conserva. La decoración está formada por bandas con motivos de cacería y geométricos. Recibe la decoración de bandas únicamente en la superficie de la tapa, donde se cruzan de manera aleatoria. Sólo se han conservado quince impresiones. Es un sarcófago que se adscribe al bajo imperio romano (S. IV) cuando ya se había generalizado la costumbre de inhumar a los muertos en sarcófagos, posiblemente por influencia del cristianismo.