Correspondência

CO-385 Estimado Portinari: Oportunamente la Sociedad Hebraica Argentina le envió una invitación especial, acompañada de un catálogo de su muestra de dibujos y monocopias. Yo, a mi vez, le dirigí un telegrama donde le expresaba nuestro deseo de verlo el dia de la inauguración, o durante el curso de la exposición, con la esperanza de tenerlo otra vez en nuestra rueda y para que Ud. viera la simpatía que rodeaba a su obra, ten significativa, en estas horas de confusión artística, por las sugestiones orientadoras que ella propone. Luego, recibí una foto de su magnífica tela “La primera misa”, con la noticia de que Ud. no vendría porque regresaba al Brasil. A hora, clausurada la exposición, debo poner en su conocimiento que la muestra interesó mucho, al extremo de ser la más concurrida de cuantes realizamos hasta hoy, a pesar del silencio que le hizo la prensa en general, silencio cobarde que viene haciéndose a todas las manifestaciones de espíritus progresistas, de clara posición política. Con todo, le remito algunos comentarios. Todos sus trabajos fueron gustados y estudiados. I en particular los dibujos, en los que se vieron, además de los valores plásticos que les confieren tan alta jerarquía artística, un plan y un método que abre amplios horizontes para un nuevo realismo, quizas el que corresponde a la clase social en ascenso, a la de los trabajadores. Los títulos de sus dibujos, su sabia ordenación plástica, su cálida expresión humana, referidos a la explotación de la naturaleza y del hombre del Brasil constituyeron, para muchos, no solo una nueva revaloración del tema que tanto temen los “abstractistas” – sino un llamado orientador a los artistas de hoy. Sin embargo, y a pesar de este interés, solo pudo venderse un monotipo. Acerca de la liquidación de esta venta y de la devolución de las diez y seis piezas restantes, Kornblith le escribirá. Sin más, por ahora, lo saludo muy cordialmente, saludo que hago extensivo a su señora. L. Falcini