En Lied (Canción), barqueros ataviados con trajes tradicionales rusos suben a bordo de drakkares decorados con iconos ortodoxos rusos. El conjunto de figuras en movimiento es el pretexto para utilizar abundantes líneas y acentos de color con una tonalidad que recuerda los cuentos de hadas, en un fondo distante que evoca una ciudad oriental construida alrededor de una mezquita.
Kandinsky volvió a la técnica de la témpera para glorificar el folclore de la antigua Rusia, lo que le permitió alejarse de los motivos realistas y acentuar la independencia del color. En estas composiciones cromáticas, los colores son puros y se aplican como en un mosaico.
Lied (Canción) es un ejemplo paradigmático de los primeros trabajos de Kandinsky marcados por el simbolismo, el arte popular ruso y el modernismo.