Muros de luz 011, una pieza de casi cuatro metros de largo, es una obra perteneciente a la serie Muros de luz, 2004–06. El material de base para las imágenes de Muros de luz fue registrado fotográficamente en la cantera de mármol negro de la localidad vizcaína de Markina en el año 2004; Aitor Ortiz se adentra en ese lugar primigenio, para insertar en su masa espacios cuadrangulares de prístina luz blanca. Para el artista el contraste entre el volumen pétreo y el cubículo construido es la representación de un refugio mental, un lugar de coordenadas inexistentes, y el símbolo inequívoco "del poder ordenador de la mente y del proyecto artístico sobre la materia prima".