Este león pertenece a un tipo iconográfico típico del Siglo I. a.C. de carácter funerario, como lo demuestra el estar situado sobre un plinto, con la función de protección de la tumba y del dueño de la misma, que parece tener influencia itálica. Este tipo de iconografía se ha asociado a asentamientos con tropas romanas, así como a una colonización temprana de población itálica de alto nivel en la Alta Andalucía, relacionándose con un proceso de romanización muy temprano de esta región.
El león se encuentra recostado sobre un plinto, con las fauces entreabiertas y la lengua caída sobre la mandíbula inferior, y entre las garras delanteras se encuentra esculpida en relieve una cabeza de toro, con orificios nasales y boca simplemente esbozados.