Sorolla dispuso en la planta noble una zona de trabajo formada por tres estudios contiguos de techos altos y abundante iluminación, tanto lateral como cenital, con acceso propio desde el fondo del jardín, y la zona doméstica más pública: salón y comedor, con entrada desde el primer jardín, a través del pórtico principal.
En la planta primera se encontraban los dormitorios de la familia, y en la segunda los dormitorios del servicio. La planta semisótano, ventilada por el 'patio andaluz', contenía la cocina y otras dependencias, y la vivienda de los guardeses. La casa tenía luz eléctrica y calefacción central.