Lauda de Macedonio

La llegada del cristianismo a la actual provincia de Huesca, donde cobra gran importancia la influencia de las entonces pujantes comunidades del norte de África, tiene su reflejo en las tres excepcionales laudas sepulcrales paleocristianas de la segunda mitad del siglo IV procedentes de la necrópolis de Monte Cillas en Coscojuela de Fantova, Somontano de Barbastro, que se exhiben en el Museo de Huesca. En esta lauda, realizada con la técnica del mosaico (opus tesselatum), se representa al difunto presbítero Macedonio como Buen Pastor: vestido con túnica corta, sujetando sobre sus hombros un cordero al que coge por sus patas con ambas manos. Este motivo vinculado al primer cristianismo tomó como modelo la escultura griega del moscóforo dotándole de un nuevo significado. La inscripción latina en el tercio superior indica que la lauda fue un encargo de su esposa para adornar el sepulcro.