La linterna mágica es un ingenio formado por un chasis con chimenea que aloja en su interior un foco luminoso y un sistema óptico que permite la proyección de imágenes pintadas o impresas en un cristal, sobre una pantalla blanca situada en una sala a oscuras.
Su inventor fue el científico y astrónomo holandés Christiaan Huygens a mediados del siglo XVII. Restringidas al principio a círculos de científicos, investigadores y nobles, a partir del primer tercio del siglo XVIII las proyecciones de linterna mágica fueron ganando terreno de la mano de los espectáculos públicos que las difundieron hasta llegar a las clases populares.
A partir del siglo XIX la temática que abarcaba era tan amplia que se utilizaba también con fines pedagógicos o propagandísticos de ámbito comercial e ideológico. En la segunda mitad del siglo XIX la bajada de precios, ocasionada por la industrialización del proceso de fabricación, permitió su introducción en el ámbito doméstico. La linterna mágica conservada en el Museo Romántico de Sitges es un ejemplo de estas últimas. A finales del siglo XIX, después de 250 años de fascinar a los espectadores fue desbancada por la llegada del cinematógrafo.