En 1784 las autoridades inglesas implantaron un nuevo servicio postal que utilizó como medio de transporte un prototipo de carruaje inspirado en una berlina privada. Este nuevo modelo de vehículo que se caracterizaba por admitir a la vez el transporte de efectos postales y el de pasajeros, recibió el nombre de mail-coach.
En el último cuarto del siglo XIX, con pequeñas modificaciones en su diseño, el mail-coach se difundió por diversas ciudades europeas, entre elles Barcelona, dónde se implantó como modelo de carruaje idóneo para el ocio de las familias acomodadas.
El mail-coach exhibido en el Museo Romántico de Sitges, de fabricación francesa, fue propiedad del industrial textil Francesc Sert i Badia. Durante la República (1931-1936), Francesc Sert i López, segundo conde de Sert, vendió el mail-coach a Esteve Esclusa, propietario de un establecimiento de alquiler de carruajes, llamado Cotxeria Morera. Después de su muerte los carruajes pasaron a la Casa de la Caridad, institución que se ocupaba del traslado de difuntos y del cortejo fúnebre en carruajes hasta el cementerio. En 1949, coincidiendo con la habilitación de Can Llopis como Museo Romántico de Sitges, el mail-coach del conde de Sert fue trasladado a la cochera de la casa, dónde se exhibe desde entonces.