Desde que a los quince años empezara a estudiar orfebrería en oro y joyería artística, la creadora portuguesa Patrícia Domingues ha perfeccionado progresivamente su artesanía con piedras raras. Sus diseños, aclamados internacionalmente, emulan la riqueza del paisaje natural.
Este pequeño colgante de piedra refleja el paisaje esculpido por las fuerzas de la naturaleza y del tiempo. Aplicando un proceso controlado de fragmentación y reconstrucción a una de las gemas más codiciadas del planeta, Domingues crea incontables matices que resultan prácticamente imperceptibles. El color azul celeste del lapislázuli ha intrigado a la humanidad durante miles de años como símbolo universal de sabiduría y verdad. Este proceso de fragmentación, que se guía por el ritmo de la separación y la reunificación, crea un microcosmos y una metáfora de transformación de la tierra.