Esta amplia zona subterránea es la parte inferior del Patio del Crucero, era un lugar ideal para el período estival, un jardín escavado en la tierra con la temperatura y humedad idónea para combatir el calor.
Transformados en época de Alfonso X El Sabio, las bóvedas se convertirán en góticas. Al mismo tiempo se está construyendo su magnífico palacio.
En época de Felipe III, se vuelven a remodelar y se construye una fuente manierista, de la que quedan restos en un extremo de la alberca y se abre un acceso, para comunicarlos con el Jardín de la Danza.