Relieve arquitectónico que representa una máscara teatral en la que se identifica al Dios Pan, caracterizado por las orejas apuntadas y cuernos caprinos. Se nos muestra en un gesto con el ceño fruncido y la frente arrugada. La boca entreabierta. Presenta una barba de largos mechones ondulados y el bigote con dos mechones que enmarcan la boca. El pelo se compone de una primera hilera de rizos que nacen de la frente y que pasan a ser mechones, ondulados al igual que la barba, en las demás zonas de la cabeza. La pieza conserva en la parte posterior, a la altura del arranque de los cuernos, los restos de una argolla de hierro, lo que puede entenderse como un elemento para sostener o colgar la pieza, como ocurre en algunas domus de Pompeya y Herculano, en las que máscaras de personajes del cortejo dionisíaco se colgaban de los intercolumnios del peristilo. Se trata, por lo tanto, de piezas de decoración doméstica con algún tipo de funcionalidad protectora. Los paralelos italianos se vienen fechando en época neroniana. Pan era el dios de los pastores y los rebaños, mitad hombre y mitad cabra, vagaba por sus dominios tras ninfas o mancebos, o volcado en su música. Fue un personaje predilecto de poetas pastoriles en el mundo clásico.