En las secuelas del motín de Mt. Pleasant en 1991, los líderes locales organizaron el Latino Civil Rights Task Force. Éste produjo un reporte que detalló las barreras de la comunidad para acceder a la educación, la atención médica, la vivienda, y los servicios públicos, lo cual condujo a al crecimiento de muchas organizaciones sin fines de lucro y educacionales para latinos e inmigrantes.