Fruchtnis emplea la escala cromática de alturas y profundidades para recrear islas y territorios imaginarios a partir de la digitalización de rostros de diferentes grupos étnicos. Esta técnica cartográfica permite tener una aproximación diferente sobre la identidad, el uso de la tecnología, el reconocimiento del territorio y la representación gráfica de los problemas contemporáneos a nivel mundial, los cambios socioculturales e incluso ecológicos.