El vestido, con largo a media pierna, lleva corte por debajo de la cintura. El cuerpo es suelto, con cuello vuelto y solapas. Cierra en el delantero con botones forrados en la misma tela. La falda, con frunce en la cintura, se confecciona con cuatro paños. Todo el cuerpo va guarnecido con una aplicación de topos en terciopelo liso, más concentrados en el cuello, las solapas y los hombros. El vestido se ciñe en la cintura con un cinturón en tafetán de seda negra.
Realizado en España, coincide con los modelos en uso de ese momento, en los que los hombros cobran un marcado protagonismo, acorde con el ambiente militar de la época. La decoración evoca la indumentaria tradicional española emparentada con el mundo de los majos. Al igual que en las chaquetillas de estos, la decoración se concentra en cuello, solapas y hombros. Los topos de terciopelo rememoran los madroños que, sobre una red de macramé, cubrían los cuerpos de las majas.