Modelo de galeón flamenco

Este modelo de galeón flamenco de 1593 es la única representación en tres dimensiones conservada de una embarcación del siglo XVI y una de las piezas más relevantes de la colección del Museo Naval.

Tradicionalmente se cree que fue regalado por una embajada flamenca a Felipe II, pasando a formar parte de las colecciones que éste reunió en el Monasterio de El Escorial. De allí pasaría al Alcázar de Madrid y posteriormente a la Real Armería donde permaneció hasta su ingreso en el Museo Naval por orden de la reina Isabel II, entre 1845 y 1847. Se trata de un modelo tipo exvoto que carece de escala, realizado posiblemente en agradecimiento por un feliz viaje o por una victoria como puede deducirse de la inscripción “ICK VARRE MET NEPTVNVS EN BOREAS ULP EN GHE TOT DIE HAVEN DAER MI ANKER VALT ANNO 1593” (con la ayuda de Neptuno y Boreas fondeé en el puerto el año 1593). Este tipo de exvotos estaban destinados a colgarse del techo de las lonjas como era costumbre en los países del norte de Europa, lo que exige que el modelo se realizara con poca manga y escasísimo calado de la obra viva en proporción con el resto del buque (obra muerta y arboladura), para que el que lo contemple desde abajo pueda apreciar la totalidad de la pieza. No obstante a esta desproporción, es una fuente de gran valor documental para conocer todas las características de un galeón de la época: carece de alcázar y sólo tiene una cubierta con el combés cubierto con una red o jareta, la toldilla recuerda a la de las galeras mediterráneas, el castillo es corto, con mamparo de proa sobre el que apoya el palo trinquete –muy típico de los galeones–, y va arbolado con cuatro palos (bauprés, trinquete, mayor, mesana y contramesana) ya que era normal en los galeones contar con un cuarto palo a popa de mesana llamado contramesana o bonaventura. La obra muerta está bellamente policromada con diferentes motivos entre los que destacan los eslabones del collar de la orden del toisón de oro pintados sobre la batería alta y una balconada calada situada a popa. Los galeones, nave de origen español, son el resultado de la evolución de las naos del siglo XV, al tener que adaptarse a la navegación atlántica y al desarrollo de la artillería que exigían un navío de guerra estructuralmente fuerte y veloz, dotado de buenas condiciones marineras y mayor capacidad de carga. Será durante los siglos XVI y XVII el buque de guerra de todas las armadas europeas. En España estuvieron unidos desde su nacimiento a las Flotas de Indias, donde su rendimiento fue igual de bueno como navío de guerra que como mercante