Representa una embarcación de casco fino, muy alargado y de bajo bordo o raso. Su proa está armada con un fuerte espolón y tiene una popa plana con aletas y timón central. El interior del casco está ocupado casi enteramente por la cámara de boga, en la que se disponen en sentido diagonal los bancos de los remeros, dieciséis a cada banda separados por un corredor sobre elevado, la crujía, desde el cual el cómitre dirigía y vigilaba a los remeros. Leva dieciséis remos por banda con las palas decoradas con roleos dorados, sujetos a los escálamos mediante estrobos. El modelo presenta numerosas reintegraciones y repintes que han alterado su aspecto original. Llevaría dos bancos más en el lugar ocupado por los cañones, que evidentemente son un añadido reciente.
Las galeras son naves propias del Mediterráneo y de carácter eminentemente militar, pues a pesar de que hubo galeras mercantes y algunas viajaron Indias atravesando el Atlántico, su poca capacidad de carga, malas cualidades marineras de su casco para hacer frente a las mares gruesas y escasa adaptación de su arboladura y velamen para el aprovechamiento de los vientos del Océano, hizo que en éstos campos se prefiriesen otros tipos de embarcaciones. Hasta el siglo XVI fueron las naves de guerra del Mediterráneo por excelencia, comenzando su decadencia a partir del combate de Lepanto hasta su desaparición en el siglo XVIII.Las galeotas eran de estructura idéntica a las galeras sólo que de menor tamaño, tenían entre dieciséis y veinte bancos por banda, con un solo remero en lugar de tres o cuatro como en las galeras, y carecían de arrumbada o castillo de proa. Su armamento podría consistir tres falconetes en la proa y dos por banda a popa, como se puede ver en el plano de galeota del siglo XVII que se conserva en el Archivo de Sevilla. Embarcaciones ligeras rapidas, y dotadas de gran capacidad para ceñir el viento fueron una de las naves preferidas por corsarios y piratas berberiscos y en las escuadras de galeras se las destinaba a misiones de descubierta, correo, enlace y persecución de la piratería.
Frey Julián de Arriaga, secretario de Marina del rey Carlos III, en vista del constante incremento del corso norteafricano, al que la Armada no podía hacer frente exclusivamente con los jabeques puestos en servicio durante la década anterior, decidió el 9 de diciembre de 1760 emprender la construcción de dos galeotas en Cartagena, que pronto serían seguidas por otras dos unidades encargadas al mismo arsenal y, finalmente, cuatro más a fabricar en Nápoles por razones puramente económicas. Las obras de la primera galeota comenzaron el 25 de mayo de 1761 y recibió la denominación de Los Cuatro Santos Cartageneros (a) La Vigilante. Tras una orden de apremio de 4 de julio, fue botada el 5 de septiembre siguiente.
El modelo consta ya en Existía en el arsenal de Cartagena en 1770 y fue enviado al Museo Naval por la misma dependencia el 8 de octubre de 1844.
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