Las carabelas eran embarcaciones pequeñas, de veinte a veinticinco metros de eslora, ligeras y rápidas. Sus formas eran bastante afinadas y de poco calado. Generalmente tenían un aparejo de dos palos con velas latinas, pero con los años se dotaron de aparejo redondo. Eran embarcaciones de poco calado, muy ágiles para navegar en aguas desconocidas.
Este modelo representa la Niña, una embarcación construida en Palos de Moguer. Originalmente llevaba aparejo latino, pero se sustituyó por el aparejo redondo durante la escala que efectuaron en las islas Canarias. La Niña era el barco preferido de Colón por sus cualidades marineras. Participó también en el segundo viaje de Colón, en la exploración de la isla de Cuba, y fue entonces la nave capitana.