Roa, nacido en Bélgica, es reconocido mundialmente como uno de los muralistas más importantes de esta época. Su trabajo se caracteriza por enormes e imponentes figuras de animales de color blanco y negro, ubicados estratégicamente de tal forma que interactúan con el espacio donde se encuentran. Los animales de Roa nos transmiten cierto sentimiento a través de sus miradas cansadas como quienes observan la ciudad y reaccionan de tal forma. Ha impactado muros de ciudades alrededor del mundo con su estilo freehand, ya que no utiliza bocetos predeterminados sino que llega y pinta según le hable el lugar. Aunque prefiere trabajar para expresarse libremente y no para complacer una institución que le comisione, la mayor parte de sus paredes han sido pintadas con permisos y ha expuesto interesantes piezas e instalaciones dentro de museos y galerías.