Representación de la unión mística entre santa Catalina y Jesús representado como un infante. En la escena se observa a la Sagrada Familia. San Nicolás de Tolentino sostiene un ave y un ramo de azucenas que simbolizan la pureza y la Virgen sostiene al Niño quien une su mano con la de la santa. Detrás de ella se encuentra san José.