"Durante un insomnio recordé un raro filme mudo de David Wark Griffith, Una noche de terror, y que en él, un clima de horror intensificaba nerviosamente las risas de los espectadores. Imaginé la mansión sombría en la que un puñado de herederos, por mandato del testador, tienen que convivir una temporada entre misteriosas amenazas, hasta probar su valor y su razón."