Esta escena naval podría representar el combate de Las Dunas que tuvo lugar el 21 de octubre de 1639. Ese año una armada española al mando de Antonio de Oquendo (1577-1640) recibió la orden del conde-duque de Olivares de dirigirse a los Países Bajos para asegurar las comunicaciones de España con el mar del Norte, reforzar las guarniciones de Flandes y combatir a los franceses y holandeses. Mientras los franceses se encerraban en sus puertos, Oquendo fue interceptado en el paso de Calais por una fuerza holandesa al mando del almirante Maarten Harpertzoon Tromp (1598-1653), que le obligó a refugiarse en el puerto de Las Dunas (The Downs), al norte de Dover, valiéndose de la neutralidad inglesa. Esta circunstancia fue aprovechada por el general español para enviar a Dunquerque las tropas de transporte - uno de los objetivos de la operación - para reforzar su escuadra. Al cabo de un mes los galeones españoles se hicieron a la mar para evitar el ataque holandés en el fondeadero, pero durante la navegación sufrieron una severa derrota a pesar de la resistencia que opuso Oquendo. Este desastre destruyó el poder naval español, lo que arruinó su capacidad de respuesta.
La obra está atribuida a un pintor anónimo flamenco, a la luz de las restauraciones y los estudios realizados. Esta escuela, junto con la holandesa, fueron especialistas en la realización de marinas y de pintura de batallas como muestran ejemplos de autores como Adam Willaerts o Cornelis Claesz.