Sorolla pintó varias marinas parecidas a ésta en su etapa de formación en la década de 1880 que no siempre agradaron a la prensa en su presentación a la Exposición Nacional celebrada en 1881. Sin embargo, es curioso pensar que, a pesar de las críticas, su obras más admiradas y reconocibles sean precisamente las escenas de mar y playa que pintará, con una técnica y estilo muy diferentes, durante el resto de su carrera artística.