Collar de oro de 33 cuentas más un cierre de forma almendrada. En unos casos las cuentas son esféricas, con diez modelos diferentes, conformados a partir de la unión de dos semiesferas, con decoración de circulitos, geométricas, etc. Algunas piezas están abolladas o con faltas de material. El centro de algunas se encuentra con una franja calada. El broche de forma almendrada tiene decoración de una florecilla y pétalos a ambos lados, decoración que se repite simétricamente en el reverso. Desde el s. XI aparece una orfebrería islámica peculiar que se ha ido alejando de las influencias grecorromanas y sasánidas. La decoración epigráfica y el perfeccionamiento de técnicas ancentrales será la base de esta nueva proyección. Cincelado, repujado o filigrana serán algunas de dichas técnicas, en nuestro caso la pieza se trabaja con filigrana, que consiste en ir soldando finísimos hilos del metal o el granulado, depositando pequeñas gotas o esferillas sobre una lámina previamente tratada o una pieza soporte que después se elimina (tierra cocida, madera, ceras...), quedando ahuecada la obra final.