Con un traje estilo Mao Tse-Tung y gafas oscuras, Tseng Kwong Chi viajó por el mundo para crear su evocativa serie East Meets West, inspirada en la visita de Richard Nixon a China en 1972. Nacido en Hong Kong de padres chinos nacionalistas exiliados, el artista adoptó la identidad ficticia de un “embajador ambiguo” de China para explorar las convenciones de la fotografía turística y analizar con ojo crítico las tensiones políticas de los años setenta y ochenta.
A la vez que satirizan las relaciones entre Estados Unidos y China durante esa época, las fotos de Tseng evidencian que se las arregló para cruzar fronteras libremente, un derecho negado a muchos ciudadanos chinos. Esta imagen donde salta entusiasmado frente al puente de Brooklyn es un comentario irónico y a la vez reflexivo sobre la función de los sitios históricos, el turismo y la presencia del viajero extranjero en el paisaje. Podemos vislumbrar el cable del disparador remoto conectado a la cámara, tecnología que hizo posible este autorretrato.