El Colectivo Plástico de Zaragoza fue uno de los grupos artísticos zaragozanos más involucrados en el proceso de cambio iniciado con la Transición, al situarse dentro de los postulados del arte comprometido. De acuerdo con su compromiso, el CPZ puso en práctica un activismo social, cultural y político que estuvo dirigido, principalmente, a la reivindicación de mejoras para los barrios. Dentro del conjunto de acciones llevadas a cabo por el CPZ, la pintura mural representó su mayor aportación, al concebir estas intervenciones como «un medio de comunicación a través de esa pintada, utilizándola a la par como forma desmitificadora del arte, hasta que llegue un día en que todos cojan un pincel y se expresen en las paredes». Este panel fue realizado con el fin de ser utilizado como pancarta en una manifestación organizada por la Asociación de Cabezas de Familia de la Almozara para recorrer las calles de este barrio zaragozano, con el fin de reivindicar la creación de más zonas verdes para el barrio. Todo ello bajo la característica estética pop que seguían los autores del Colectivo en cada una de sus acciones.