Conocemos dibujos de Rodin que representan sus propias esculturas. En muchos casos se trata de dibujos realizados no como estudios preparatorios sino como registro de las obras o bien para asistir a los grabadores que debían preparar las ilustraciones de catálogos. Pero en su mayoría son estudios de figuras que servían al autor como una práctica en su manera de ver y concebir sus esculturas. Tal es el caso de este desnudo femenino que se repliega sobre sí mismo describiendo una curva blanda y seductora (características que se ven acentuadas aquí por el material empleado en el dibujo). Una línea suave y neta sirve para definir la figura que se completa con sombras realizadas con una leve aguada.