El retrato de su prima Ady Weber nunca alcanzó la formalidad plástica de los otros. Éste se quedó en la manufactura de un dibujo sencillo. Ady aparece retratada de pie; su desnudez nos deja ver a una joven adolescente, cuyo cuerpo aún no alcanza la madurez femenina. La obra presenta una particularidad: los pies han sido separados del resto del cuerpo, una situación extraña, ya que Frida bien pudo haber trabajado la proporción del cuerpo con relación al tamaño de la hoja de papel empleada, sin que ello le causara problema.