Candil hispanomusulmán de barro blanco con moteado en color melado. Se trata de un elemento portátil para la iluminación doméstica con base y cazoleta circular aplanada. El gollete es cilíndrico y corto, de borde redondeado. La piquera larga con canal ancho. Conserva un asa de sección circular que nace de la cazoleta y se une al cuello en la parte superior entrando en la boca. La iluminación casera de las viviendas andalusíes se realizaban con estos candiles, cuyos materiales de elaboración están en íntima conexión con los diferentes grados socio-económicos de las familias. En las viviendas se utilizaron candiles cuyas formas entroncan con la tradición romana aunque ciertos detalles morfológicos y decorativos enlazan directamente con precedentes sirio-coptos de los siglos VI y VII. Se fabricaban de cerámica, a menor precio, y en bronce, presentando tipos comunes como el de piquera, de doble piquera, de cazoleta abierta. La funcionalidad y su bajo coste hicieron del candil un elemento imprescindible en todo ajuar doméstico. La fabricación de los mismos hubo de ceñirse a una actividad artesanal muy vinculada a los diferentes centros habitados. El qandil árabe es un helenismo, intrusión en esta lengua posiblemente anterior a la conquista de al-Andalus.