El gabinete heredó algunas funciones del cofre y lo superó, debido a las ventajas que presentaban sus amplios estantes internos para el almacenamiento de documentos, vajilla, objetos y, más tarde, ropa. Utilizado en el siglo XVII en iglesias y conventos, en el siglo XVIII se hizo común en los hogares. Este ejemplar, en cedro pintado, tiene una estructura que favorece las líneas rectas y combina características del neoclásico y el barroco de Minas Gerais. La pieza es parte de la Colección MCB.