El Museo Franz Mayer posee una serie de dibujos y acuarelas de la autoría de Diego Rivera como “Paseo de los melancólicos”, una de sus obras más tempranas.
Esta obra muestra su época como estudiante en la Academia de San Carlos y la influencia de sus clases de paisaje con José María Velasco. También conocida como “La Castañeda”, la pintura representa la entrada al hospital psiquiátrico del mismo nombre, creado en el pueblo de Mixcoac, México, durante el porfiriato.
El paseo de los melancólicos refleja un sentimiento distinto de lo que todos conocemos del famoso muralista Diego Rivera. Este trabajo muestra una obra solitaria, íntima y expresiva, en la cual nos invita a contemplar la obra de manera silenciosa convirtiendo así el paisaje en una metáfora espiritual de la realidad, haciéndonos parte del sentimiento melancólico de la escena y llamándonos a la reflexión sobre el aislamiento, la inmovilidad y la desesperanza que yace en nosotros.
En sus primeros años como artista, Diego tuvo como maestro a Antonio Fabrés y a Julio Ruelas, también conoció a Gerardo Murillo que acababa de regresar de Europa, comenzando así a formar parte de un grupo de jóvenes latinoamericanos que abandonan el naturalismo y se interesaron así por una pintura más arriesgada, ligada a las nuevas corrientes como el modernismo y el simbolismo. El fondo sentimental del artista comenzó a tomar más importancia que la forma, convirtiendo al paisaje en un escaparate del alma. Volviendo así a sus obras más reflexivas.