El patio de Banderas del Alcázar, el palacio real en activo más antiguo del mundo en la actualidad, es uno de los puntos más escogidos y sensibles de Sevilla. Cerrado por una muralla interior, con el puerto a la mano y a un paso de la catedral con su torre morisca, se convierte en escenario de majestuosos acontecimientos. A un lado se distingue su puerta de hechura islámica, que después de haber permanecido tapiada y oculta durante siglos, ha vuelto a mostrarse hoy a los ojos atónitos de los visitantes.