El modelo 1859 fue el que sustituyó a las pistolas de chispa en la Caballería de la Guardia Civil, si bien coexistieron ambos dada la lentitud en su distribución, hasta el momento en que ambas fueron sustituídas por el revólver Lefaucheaux 1863. De ánima rayada y calibre 14,4 mm, este sistema funcionaba igual que en las armas largas de este tipo, llevaba una cápsula fulminante (pistón) para detonar la carga propulsora, en vez de la piedra de sílex