Amuleto fálico

El amuleto aparece representado con el atributo sexual masculino de forma estilizada, en estado de erección y testículos; además, va acompañado de un par de alas, motivo muy común en este tipo de iconografía que pueden simbolizar la idea de potencia, velocidad y rapidez. La pieza contiene además una pequeña anilla por la que pasaría la cinta para ser colgado y portado por los ciudadanos romanos.
Este tipo de representaciones eran muy comunes en estatuillas, lucernas, colgantes, amuletos,... en la cultura clásica. Su significado o simbología es un tanto ambigua, posiblemente asociado al origen de la vida, símbolo de la fertilidad y la opulencia, aunque también puede tener cierto sentido profiláctico. Los falos eran muy usados desde la Prehistoria como eficaces amuletos contra el mal de ojos y otros conjuros malignos. De ahí que se encontraran en la entrada de los hogares o bien la llevaban como colgante prendido en la vestimenta para conjurar el maleficio. Este tipo de representaciones también está relacionado con el culto al dios Príapo y Sarazabos. Parece que su utilización fue muy extendida entre los niños, para prevenirse de los maleficios. Estas formas también se pueden observar en elementos arquitectónicos, relieves, mosaicos, etc.