En 1842 la fotografía llega al Perú. Fotógrafos franceses y de otras nacionalidades arrivaron al territorio y con el tiempo implementaron estudios fotográficos que marcaron y registraron la época. Uno de los géneros más trabajados durante la segunda mitad del siglo XIX fue el del retrato en estudio. Si bien la fotografía era un medio más económico que el de la pintura para quienes quisieran inmortalizarse en una imagen, no todo el mundo podía acceder al mismo. Así, los fotográfos retrataron personajes muy diversos, en su mayoría de clases medias y altas, pero también a trabajadores populares e idígenas, evidenciando las distancias culturales presentes en la sociedad.