De la mano de Enrique Mayer Castro renace, en los últimos años del siglo XIX, el arte del azabache en Compostela, una tradición que prácticamente había desaparecido.
En 1919, Enrique Mayer Méndez realiza esta imagen de Santiago Peregrino tomando como referencia la imagen gótica del Apóstol que se encuentra adosada al primer cuerpo de la Torre del Reloj, incorporando una base de plata en la que recoge influencias de diversos estilos artísticos.