Este mosaico contiene una representación de los astros, considerados como divinidades por los romanos, que dan nombre al calendario semanal romano. En el centro se sitúa el busto de la diosa Venus, protectora de la familia y el matrimonio, que se identifica con el viernes. En el resto de los hexágonos que la circundan aparecen Saturno (sábado), con barba y velo en la cabeza; el Sol (domingo), con una corona de rayos; Selene (lunes), representada con una luna creciente a sus espaldas; Marte (martes), con una coraza y casco con penacho; Mercurio (miércoles), caracterizado con unas pequeñas alas en su cabeza; y Júpiter (jueves), con barba y manto.
Este pavimento de mosaico da su nombre a la casa romana en la que se encuentra.
Fue descubierto en 1973, durante las excavaciones de José María Luzón.