Plaza de los Dolores

Este cuadro, pleno de carácter simbolista, intentando reflejar el misticismo popular de la tradición localista, centra una escena de oración en la más recoleta y conventual de las plazas que Córdoba posee, la de Capuchinos, situando la representación en las horas del anochecer para reforzar aún más su sentido simbólico.