Esta bandeja es uno de los pocos ejemplares de cerámica no hispana de la colección de Santiago Rusiñol (Barcelona, 1861 – Aranjuez, 1931). Procedente del centro de producción ceramista de Montelupo, en la Toscana, pertenece a una de las series más populares de esta manufactura, unos platos caracterizados por el dominio del color amarillo y decorados con figuras de espadachines y damas.
Montelupo fue uno de los centros que más influyeron en la producción de cerámica catalana de la primera mitad del siglo XVII.