Modelo en 3D de dos jarrones llamados "a perros" y una antigua estatua del Salón de los Espejos.
Luis XIV reunió en Versalles un centenar de jarrones de piedras ornamentales poco comunes, la mayoría de pórfido, el material más buscado. Jean-Baptiste Colbert (1619-1683) continuó adquiriendo jarrones de coleccionistas en Roma. El nombramiento de François Michel Le Tellier, marqués de Louvois (1641-1691), en 1683 para suceder a Colbert como Superintendente de Edificios, dio un nuevo impulso a esta política. A partir de entonces, para decorar la vasta pero aún incompleta nave de la Galería de los Espejos y en los salones del Gran Aposento, se encargaron jarrones de pórfido directamente a los talleres de scarpellini romanos. En total, en Versalles se reunieron unos sesenta jarrones de pórfido, presentados en su mayoría en la Galería de los Espejos, junto con jarrones de alabastro, utilizándose los mismos materiales que los bustos de César de las colecciones Mazarin, cuyo particular color de dos tonos marcó profundamente la armonía de la galería. En el caso de este jarrón, que forma parte de una pareja, el dibujo enviado desde Roma preveía figuras de grifos, que finalmente el escultor cambiaría por figuras de perros, según indica una anotación en el dibujo recibido en Versalles en marzo de 1685: “Hemos cambiado el grifo por el perro, ya que esta última figura es más adecuada para pulirla en pórfido”.