En plena Ribera del Duero nos encontramos con Portia, la bodega diseñada por el prestigioso arquitecto británico Norman Foster, "el corazón de una flor con tres pétalos". Un proyecto arquitectónico espectacular que se ha convertido en símbolo de la unión entre vino y vanguardia. El diseño del edificio se basa en cuatro materiales -acero, madera, hormigón y vidrio-, combinados con equilibrio para que sus formas pasen a formar parte del paisaje sin crear estridencias.