Coinciden aquellos que han dedicado sus investigaciones a la producción de Julio Antonio en asegurar que son escasos los ejemplos de la actividad como retratista del escultor catalán, de la que se conocen algunos ejemplos en esculturas y varios dibujos de especial significado. Tal es el caso de este Retrato de Colombine, del Autorretrato (Madrid, MNCARS), el Retrato de Ezenia, hermana del artista o el Retrato de Señora Mayor (ambos en Tarragona, Museo de Arte Moderno).
Todos ellos coinciden básicamente en un mismo concepto estético y una misma técnica, por lo que, al estar dos de ellos, el Retrato de Señora y el Autorretrato, fechados en 1909, habría que pensar en una cronología similar para todos en torno a ese año, momento este en el que el artista se encuentra asentado en Madrid y que, igualmente, significa un radical cambio en la morfología de su firma, que pasa de usar letras minúsculas y números arábigos, como en Figura masculina (Tarragona, Museo de Arte Moderno), firmada Julio-Antonio, 1908, a unas rotundas letras capitales y números romanos, como hace en este retrato de Córdoba: JULIO-ANTONIO, MCMIX, añadiéndole en el Autorretrato el nombre de la ciudad de Almadén, tan vinculada a la biografía y producción del catallán.
Técnicamente, hay también una evidente concordancia, estando todos ellos realizados a carboncillo y manteniendo en tres de los casos, los de Retrato de Señora, Autorretrato y Retrato de Ezenia, tamaños similares en torno al medio metro y formatos de acusada horizontalidad, utilizando, por otra parte, en los tres retratos femeninos aquí mencionados un fondo de fuertes líneas verticales que marcan un profundo sombreado.