Este retrato del Museo Naval fue realizado por Rafael Tegeo en 1828, inspirándose en otro anónimo que se encuentra en el palacio de la Marquesa de Santa Cruz y en el grabado que aparece en un documento publicado por Mosquera de Figueroa en 1586 con el título “Elogio al retrato del Excelentísimo Señor Don Álvaro de Bazán”. Según Mosquera de Figueroa este trabajo se realizó para describir el retrato que había pintado Felipe Liaño a don Álvaro en 1584. Se representa al ilustre marino de tres cuartos hacia su izquierda, con armadura damasquinada en oro, gola y gorguera y con una cadena con la venera de la Orden de Santiago.
Don Álvaro de Bazán se representa en edad madura, mirando al espectador y con un fondo negro que acentúa la gravedad de su semblante.