Retrato de tres cuartos, enmarcado en un ovalo, del infante don Felipe, futuro duque de Parma, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, nacido el 15 de marzo de 1720. El infante está representado con unos diez años de edad, vestido a la usanza de la época, con casaca roja de ricos bordados plateados, las insignias del Saint Espirit y banda azul celeste. El cuerpo del infante está levemente girado hacia la izquierda para mirar de frente al espectador, con su mano izquierda apoyada en un sillón y la derecha levanta apuntando fuera del cuadro. Un cortinaje recio cubre el fondo del cuadro, que en su parte izquierda, desde el punto de vista del espectador, deja entrever una línea de fuga en la que aparece un fondo de celaje de luces doradas y azuladas.