En los antiguos inventarios del Museo, esta obra era identificada como Retrato de joven muchacha, pero en la correspondencia con el anterior propietario del cuadro, en la época de la adquisición, en 1959, se revela que "la retratada es la célebre Palou, la de los Andrajos de la Púrpura" una famosa actriz de la época que fue retratada por López Mezquita, que había fallecido dos años antes de la adquisición de la pintura.Este retrato de María Palou se enmarca en una época hacia 1920, en la que López Mezquita inicia una serie de retratos de mujeres, unas de mirada melancólica y otras de amplias sonrisas y ademanes cómplices. José Francés hablaba de la atracción que sentía López Mezquita por la mujer “plebeya”. No es el caso de la “la Palou”, una actriz de reconocido prestigio y retratada a la moda, con amplia tocado y sombrilla en la mano.