Frida Kahlo consideraba a su padre un gran ejemplo y una gran influencia. En 1951, lo pintó junto a su cámara fotográfica. En la parte inferior, ella escribió: "Pinté a mi padre, Wilhelm Kahlo, de origen húngaro-alemán, artista fotógrafo de profesión, de carácter generoso, inteligente y fino; valiente porque padeció epilepsia durante sesenta años, pero jamás dejó de trabajar y luchar contra Hitler. Con adoración, su hija, Frida Kahlo".